El trabajo con el tiempo es una inquietud que viene desde 1997, cuando me interesé por relacionar la imagen con el sonido, en particular con la música. Esta indagación me llevó a experimentar en aquella época con la colaboración de mi papá, quien fue mi principal guía en la búsqueda por romper con los límites propios de cada técnica. En esas primeras experiencias con la luz y el tiempo trabajamos con deformaciones de luces led laser verdes y rojas que luego montamos sobre un motorreductor para lograr el movimiento de la imagen. En ese entonces la luz me interesaba por tres aspectos: su cualidad intangible, su potencial movimiento y su vínculo con el tiempo. Estos tres factores, que surgieron al comienzo de mi formación, sumados a mi fascinación por el espacio continúan vigentes hasta la actualidad.